Esta masa frita dulce es muy popular en Chile, sobre todo durante los fríos días de invierno.
La historia cuenta que antiguamente una señora fabricaba y vendía estos dulces en la Plaza de Armas de Santiago. Un día, con un gran vendaval, se le levantó la falda y se le vieron sus calzones rotos, de ahí, el nombre.
La miel de palma que los acompaña se obtiene de la savia de la palma chilena (jubaea chilensis) endémica de una pequeña área de Chile.