Este postre casero es un fiel representante de la cocina familiar chilena por ser de fácil elaboración y muy querido por niños y adultos.
Muchos opinan que es un defectuoso flan de leche por resultar poroso y blando, pero esta “falla” lo hace más fresco y liviano.
Una vez asada y fría, esta “leche” se sirve con el líquido acaramelado de su cocción.